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Muchos relojes se inspiran en los automóviles, desde Rolex hasta Seiko, y algunos, como el Heuer Autavia, incluso evolucionaron a partir de su forma original como relojes de salpicadero. Aunque Cartier no suele asociarse con el automovilismo, hay un reloj en su colección que se inspira en los automóviles.
Lanzado en 2001, el Cartier Roadster puede considerarse ya un reloj vintage, dependiendo de su definición de vintage. Aunque el Cartier Roadster sólo se fabricó durante 10 años, sigue siendo una pieza popular entre los fans de Cartier. El diseño único del Roadster es una de las principales facetas del reloj que lo hace tan popular. Su distintiva caja en forma de tonel recuerda el diseño redondo y aerodinámico de los coches deportivos, en particular los de mediados del siglo XX, como el Porsche 356. También se ha comparado con el Cartier Cartier 356. También se ha comparado con la caja en forma de tonel del Cartier Tortue.
Con el aumento de la popularidad de Cartier, especialmente de los Cartier de época, el Roadster se beneficiará sin duda de la revalorización de su precio en los próximos años. Se produjo en varios modelos diferentes, incluyendo el Cartier Roadster Cronógrafo, el Roadster S, el Roadster GMT y el Roadster XL. Con 38 mm de diámetro, el tamaño más grande del Cartier Roadster es un excelente ajuste para aquellos con muñecas más grandes – y se desvía de los habituales relojes de vestir más pequeños de Cartier, como el clásico Cartier Tank. El Roadster tenía incluso 100 metros de resistencia al agua. Y funcionaba con el reloj automático Cartier Cal. 3110.
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El Cartier Roadster es un reloj contemporáneo e informal que rinde homenaje a la época dorada de los coches deportivos. Presentado en 2001, es uno de los lanzamientos más recientes de la Maison francesa, con un diseño inspirado en los roadsters de lujo de los años 50 y 60.
Mientras que la mayoría de los relojes de carreras se inspiran en el mundo de alto octanaje de los coches y los deportes de motor, el Cartier Roadster está fuertemente influenciado por los elegantes automóviles de época. Su silueta inconfundible y sus detalles más finos se basan en piezas de automóviles antiguos, lo que aporta una sensación de nostalgia al llevarlo. La característica más llamativa de los modelos Cartier Roadster son las esferas radiales, que recuerdan al velocímetro del Porsche 356 de 1950.
Cartier fue uno de los primeros fabricantes de relojes en desarrollar cajas no redondas. Louis Cartier, su diseñador y presidente de tercera generación, puso de moda los “relojes con forma” en una época en la que los relojes redondos eran la norma. Se le atribuye el diseño del Santos cuadrado, el Tank rectangular, el Baignoire ovalado y los primeros relojes con forma de tonel de Cartier lanzados en 1906.
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El nombre de Cartier evoca imágenes de aspiración, riqueza, realeza y la mejor fabricación de joyas. Los relojes de pulsera Cartier no son una excepción. El Tank y el Pasha se reconocen al instante en todo el mundo. La dinastía Cartier tiene sus inicios en 1847, en París, de la mano de Louis-Francois Cartier. Poco después, Cartier abastecía a la corte real francesa. En 1874, Alfred, el hijo de Louis-Francois, tomó las riendas y ayudó a expandir la venerable joyería, añadiendo relojes al distinguido catálogo de galas. En 1899, la tercera generación Cartier, Louis, se unió a la empresa. Cartier formó una empresa conjunta con Edward Jaeger – el Jaeger de Jaeger-LeCoultre – para producir movimientos para Cartier. Además, Cartier utilizó los movimientos de otros prestigiosos fabricantes de relojes, como Vacheron Constantin, Audemars-Piguet y Movado. Cartier sigue produciendo relojes innovadores y estilizados y goza de gran popularidad en todo el mundo.
El nombre de Cartier evoca imágenes de aspiración, riqueza, realeza y lo mejor de la fabricación de joyas. Los relojes de pulsera de Cartier no son una excepción. El Tank y el Pasha se reconocen al instante en todo el mundo. La dinastía Cartier tiene sus inicios en 1847, en París, de la mano de Louis-Francois Cartier. Poco después, Cartier abastecía a la corte real francesa. En 1874, Alfred, el hijo de Louis-Francois, tomó las riendas y ayudó a expandir la venerable joyería, añadiendo relojes al distinguido catálogo de galas. En 1899, la tercera generación Cartier, Louis, se unió a la empresa. Cartier formó una empresa conjunta con Edward Jaeger – el Jaeger de Jaeger-LeCoultre – para producir movimientos para Cartier. Además, Cartier utilizó los movimientos de otros prestigiosos fabricantes de relojes, como Vacheron Constantin, Audemars-Piguet y Movado. Cartier sigue produciendo relojes innovadores y estilizados y goza de gran popularidad en todo el mundo.
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El Cartier Roadster se inspira en las elegantes curvas metálicas de la industria automovilística de los años 40 y 50, celebrando todo lo bueno del automóvil. El diseño ha evolucionado a partir del Cartier Tortue de 1912, añadiendo la pasión y el espíritu del deporte del motor.
Los relojes adquiridos en nuestras tiendas en el extranjero, como ésta, pueden variar de precio con respecto a modelos idénticos almacenados en este país. Esto se debe a los gastos de envío y/o a los impuestos de importación, que están incluidos en el precio mostrado aquí.
